2024-07-07 18:57:59
Descubre cómo las grandes empresas tecnológicas están invirtiendo más de $1 billón en inteligencia artificial y los desafíos que enfrentan para asegurar la rentabilidad de estas apuestas masivas.
La industria tecnológica está en una encrucijada. A pesar de las enormes inversiones en infraestructuras de inteligencia artificial (IA), la rentabilidad sigue siendo incierta. En este artículo, analizamos las perspectivas de estos gigantes tecnológicos y los desafíos que enfrentan.
Inversiones colosales en IA: ¿Una apuesta arriesgada?
Los gigantes tecnológicos han decidido apostar fuerte por la inteligencia artificial, destinando más de un billón de dólares a esta tecnología en los próximos años. Sin embargo, los resultados concretos aún son escasos, y surgen dudas sobre la viabilidad de estas inversiones. Según Goldman Sachs, la pregunta central es si estas inversiones masivas realmente darán frutos.
Perspectivas económicas y productivas
Daron Acemoglu, economista del MIT, estima que la IA solo aumentará la productividad laboral en un 0.5% y el crecimiento del PIB en un 0.9% en los próximos diez años. En su opinión, los modelos de IA no evolucionarán tan rápidamente como muchos esperan. Jim Covello, jefe de Investigación de Acciones Globales en Goldman Sachs, también se muestra escéptico, argumentando que la IA es extremadamente cara y que no está diseñada para resolver problemas complejos que justifiquen una inversión tan alta.
En contraste, Joseph Briggs, economista senior en Goldman Sachs, es más optimista. Estima que la IA automatizará el 25% de las tareas laborales, aumentando la productividad en un 9% y el PIB en un 6.1% en los próximos diez años. Briggs espera que la reducción de costos fomente una mayor automatización a largo plazo. Otros colegas de Briggs comparten su optimismo, aunque reconocen la ausencia de una «aplicación asesina» que revolucionaría la industria.
Desafíos en el suministro de energía y chips
Uno de los principales obstáculos para el crecimiento de la IA es la escasez de chips y el suministro eléctrico. Los analistas de Goldman Sachs anticipan que la demanda de chips de IA superará la oferta en los próximos años. La escasez de Memoria de Alto Ancho de Banda (HBM) y las tecnologías especiales de empaquetado de chips como CoWoS son barreras significativas para el crecimiento de la IA.
Además, la expansión de la IA y los centros de datos aumentará considerablemente la demanda de energía en Estados Unidos. Brian Janous, de Cloverleaf Infrastructure, advierte que las empresas de servicios públicos no están preparadas para este aumento de demanda, lo que podría resultar en una escasez de energía. Hongcen Wei, de Goldman Sachs, ya observa signos iniciales de un aumento de la demanda en Virginia, un punto clave para los centros de datos.
La rápida expansión de los centros de datos y la electrificación podría aumentar la demanda de energía en Europa en un 40 a 50% para 2030. Según Alberto Gandolfi, de Goldman Sachs, las redes eléctricas y las energías renovables serán las principales beneficiadas de este incremento.
Conclusión
La apuesta de las grandes empresas tecnológicas en la inteligencia artificial es una maniobra audaz que podría transformar industrias enteras. Sin embargo, los desafíos en términos de rentabilidad, suministro de chips y energía representan obstáculos significativos que deberán ser superados. Solo el tiempo dirá si esta inversión masiva será recordada como un movimiento visionario o una apuesta fallida.